domingo, 7 de agosto de 2011

La vida en rosa o para enrojecer aún más

Hoy pinto de rosa este callejón, para que se sienta a gusto, y traigo a dar un paseo  a la Duquesa de Alba. Por dos hechos que trataré en orden cronológico inverso (primero el más reciente y después el más antiguo).
El primero de ellos se conoció públicamente a finales de julio: la duquesa (sé que va en mayúsculas pero... minusculicémosla) repartía, aún en vida, su herencia. Según parece, sólo en efectivo , su fortuna asciende a 1.000 millones de euros. Añadiendo los palacios (con sus incontables obras de arte) y los latifundios, el total superaría, por lo bajo, los 3.000 millones de euros (medio billón de pesetas). Esta señora tiene 6 hijos. A cada uno, aparte de diversas propiedades, le ha legado 110 millones de euros. Los restantes 340 millones no sé a que los dedica, pero apuesto a que bastante dinero lo destinará a instituciones que tienen como fin ayudar a los más pobres o (más eufemísticamente) necesitados. Aquí podríamos aplicar la copla popular (que yo asociaba parece que equivocadamente con el Juan de Mairena de A. Machado) que dice:
                     
                              El señor don Juan de Robres
                              con caridad sin igual
                              primero hizo a los pobres
                              y después este hospital.

Y ese es el quid de la cuestión, toda riqueza desmesurada, inmoral, como la descrita más arriba, se basa en la explotación, no crece en la humedad del bosque de manera natural como las setas. Los Alba pueden hacer, si les place, grandes obras de caridad (podrían enviar ellos solitos, casi como calderilla, los 60 millones de euros que según la cruz roja  necesita Somalia, los 27.000 niños muertos allí durante los últimos 3 meses ya no)
o ser promotores culturales (por ejemplo, uno de los hijos de la duquesa, Jacobo, creó la editorial Siruela), pero eso no lava el que su riqueza está basada en el sufrimiento secular de miles y miles de seres humanos (como el de tantas otras fortunas). Todos los Alba (como concepto de clase) deben ser eliminados. Igual que existe un (ínfimo) salario mínimo, debemos plantear un tope a la acumulación de riqueza.
¿Quiénes se supone que tenemos en nuestro ADN la lucha contra la miseria de muchos  y la riqueza ingente de pocos? Yo se los digo: los rojos (socialistas o comunistas) y los anarquistas.
Aquí engarzo con el segundo hecho referido a la duquesa, ocurrido a finales de mayo: la inauguración del monumento. Sí, a la duquesa le han hecho un monumento en los jardines de Cristina (erigidos en 1823 en honor de la cuarta esposa del felón Fernando VII, antecesor de Juan Carlos ). Sevilla la gobernaba hasta mayo una coalición PSOE-IU. Esta última fuerza, bastante minoritaria, se opuso a la estatua y no asistió a su inauguración. Como ustedes deducirán el PSOE, junto al PP,  aprobó  su realización. El PP lo entiendo, es de derechas, se supone que son su gente, pero lo lamentable es que la duquesa, si le apeteciera, sin el más mínimo temor o escalofrío, podría depositar una papeleta del PSOE en una urna. No pensaría: "¿qué hago? ¿estoy loca? ¿yo votándole a los rojos que me van a quitar gran parte de mis riquezas?" Y ese es el problema. A mí, si fuera de izquierdas, rojo, me daría vergüenza que esa señora no temiera lo que represento.

1 comentario:

  1. Muy bien, José Juan.

    Aunque en la diáspora desde hace muchísimos años, me duele MI TIERRA, me duele MI GENTE y me alegra percibir, que se está creando conciencia de lo importante que es ser andaluz, a la vez de la indignidad de muchos políticos que se venden vergonzosamente a la más currupta y reaccionaria burguesía de la que los Alba son sus máximos representantes.

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