sábado, 20 de agosto de 2011

Monumentos o la injusticia perpetua

Al igual que hice ayer, me permito poner  un comentario que he hecho a una noticia de Publico (hoy también adjunto, como creo que corresponde, el enlace), que trata sobre el tema del destino del  Valle de los Caidos. Probablemente, si el tema me parece interesante, seguiré añadiendo aquí los comentarios, muy pocos, que haga en prensa (generalmente Público o Kaos en la Red).
"Memoria reconciliada. Es esperpéntico, o mejor, asqueroso. Este debe ser uno de los pocos, si no el único país del mundo donde hay que reconciliarse con el fascismo. Y que no me digan el cuento de la Guerra Civil. Hubo un golpe militar fascista, parado en buena parte del país por la actuación decidida de las clases populares y de sectores del ejercito y fuerzas del orden que se mantuvieron fieles a la República. Nadie habla de "memoria reconciliada" en Alemania o Italia. La mayoría inmensa habla de vergüenza, de oprobio, por haber generado regímenes criminales. No olvidemos que en el caso alemán, Hitler llega al poder por las urnas. Los nazis y los fascistas italianos tenían tanto o más apoyo que Franco (que preciso de una Guerra Civil de 3 años, y la ayuda decidida de las potencias fascistas, para imponerse, hecho que no necesitaron sus hermanos de "mala" leche). Ya está bien de memorias reconciliadas, pero claro, pies de plomo, no olvidemos que tenemos de Jefe del Estado a un señor nombrado el 22 de julio de 1969, en plena y feroz dictadura, ante las cortes fascistas, heredero del Caudillo, titulo fascista similar al de Duce o Fürher.
Por último reflejar el hecho, ya citado por otros opinantes aquí, de la humillación de negociar con un jefe de estado extranjero (al que usted Zapatero, ¿servilmente?, va a visitar a la Nunciatura en vez de hacer que él acuda a la Moncloa), como si de una base militar extranjera se tratara, acerca de un "monumento" sobre el que se supone que el gobierno español tiene absoluta competencia. Yo nací en 1959, pero me siento aún a día de hoy, un derrotado de la Guerra Civil. Y sé que lo seré para siempre, pues aquí jamás se hará justicia ni se honrará y reconocerá adecuadamente la memoria de los que lucharon, muchos de ellos heroicamente, contra el fascismo".
Un añadido de carácter local, canario, al comentario que acabo de reproducir.
El 6 de agosto de 1936 fueron fusilados en la Isleta, previo Consejo de Guerra sumarísimo, el delegado gubernativo en el NO de la isla y farmacéutico de Agaete, el socialista Fernando Egea, y el diputado comunista, por el Frente Popular, Eduardo Suárez. Ambos intentaron resistir a la sublevación fascista y les costó la vida. Egea creo que da nombre a una pequeña plaza en Agaete. Eduardo Suárez, que fue asesinado por resistir al fascismo, no tiene ningún tipo de reconocimiento oficial (y mira que hay gente siniestra, o mejor dicho, diestra, dando nombre a calles y plazas) en  Las Palmas de Gran Canaria. Vergonzoso, para la izquierda, claro.

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