sábado, 21 de septiembre de 2013

Algunos datos económicos: compruebe su frialdad si no es usted persona adinerada.

Desde 2008 los asalariados han dejado de ingresar 60.000 millones de euros. En Europa las rentas del capital  son el 38% del pastel y las del trabajo el 49%. En España las rentas del capital son el 46% (8 puntos más que en Europa) y las del trabajo ¡oh sorpresa!, el 44% (5 puntos menos que en Europa).
El PP dice que la situación económica mejora.
Las horas extras pagadas caen a mínimos históricos en el segundo trimestre de 2013. Aumenta la jornada laboral y la retribución o se mantiene o disminuye. Con que no te echen  a la calle te consideras un "privilegiado", vamos, que le besarías, casi entre lágrimas (no es una hipérbole), las manos a tu jefe por consideración.
El PP sigue diciendo, con más ahínco aún, que la situación económica mejora. Se observan muecas extrañas en la cara de Mariano, de sus más directos colaboradores y de algún banquero bilingüe.
La reforma de las pensiones que acaba de aprobar el PP supondrá un ahorro para las arcas del estado, y una mengua en el bolsillo del pensionista, de al menos 33.000 millones hasta 2022. Subidas anuales del 0,25%. De 800 euros pasaras a 802.
Las muecas de la caterva dirigente (empleados políticos y clase dominante) devienen en sonoras carcajadas. Saltan lágrimas y se sujetan tripas convulsas. Intuimos que quieren repetir la letanía de la economía que despega.
Las encuestas dan un 60% de votos, con empate, a los peperos y a sus compañeros de reparto social liberal, en este teatro donde se representa un vodevil de escaso gusto en el que, en una perversión ¿inexplicable?, los que están en el escenario, actores tan escasos de talento como sobrantes de jeta, o satisfechos dueños de la compañía entre bambalinas, todos, absolutamente todos, se ríen del público. Un público, por demás, en estado catatónico, que recibe, estoico, los tomatazos que él debería lanzar.
Quizás entre sus carcajadas nos cueste oír que los pacientes de cáncer no internados, atendidos en hospitales, tendrán que pagar (como si no estuvieran pagando ellos y sus familiares un enorme precio en sufrimiento) el 10% del valor de sus medicinas. Entre tanto recorte sanitario, a su bajestad (término que usaba esa voz lúcida que era el periodista Javier Ortiz) el rey le traen de EEUU un médico español, que le operará próximamente, número uno del mundo en la cirugía de cadera. Mientras para buena parte de la población las listas de espera para operarse y los copagos crecen, o sea, el acceso a la sanidad empeora, este individuo, puesto por un dictador fascista y nunca sometido su puesto a refrendo popular, recibe, en un proceso inverso, una atención privilegiada.
El PP dice que la economía mejora, que, aunque llena de cadáveres y desahuciados sociales la pista, estamos en pleno despegue.
El despegue que desde hace tiempo es imparable es el de nuestra miseria moral. Si así no fuera, quizás (bien sabemos, y la historia lo demuestra, que son gentes de armas tomar) estos canallas no se atreverían a tanto. Ellos son lacayos de la clase dominante, cumplen, con mayor o menor pericia, su función. No les aplico criterios morales. A nuestra desidia, a ser plácidos conejillos de indias, sí.
 

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