martes, 22 de septiembre de 2015

Joyas abyectas

“El Estado de sitio del Chile de Pinochet respetaba más los DD.HH. que el paraíso de paz y de prosperidad de la Venezuela de Maduro”
“El Tribunal de Orden Público de la dictadura de Franco era mucho más respetuoso de la legalidad que la justicia por encargo de Maduro y de Diosdado (…)”

Estas dos joyas que anteceden mi comentario son obra de un tipo que milita en el PSOE. La primera ha tenido una cierta repercusión, la segunda creo que ha pasado bastante más desapercibida. 
No, su partido no le ha abierto expediente. Quizás sea imposible, o al menos inspira cierto temor reverencial, expedientar a un jarrón chino. Aunque tengo entendido, si sirve de precedente (yo tuve el enorme placer de no pasar obligatoriamente ningún momento de mi vida en la milicia), que en el ejército español se arrestaban objetos. En cualquier caso, con la estructura de cemento armado que se gasta, el jarrón puede estar tranquilo, seguro que es irrompible.
Las dos joyas de González, el abyecto, están embadurnadas de mentira y sangre. Cada vez tengo más a gala, me siento más satisfecho de no haberle votado jamás a este personaje cuyo Ministro del  Interior y subalternos acabaron enchironados por estar enfangados en el terrorismo de estado, yéndose él, en cambio, de rositas, y quedando en cualquier caso en un penoso lugar. Tanto si era el señor X o el señor ignorante de las andanzas de su ministro.
El señor X, el señor ignorante, el señor jarrón chino (tres personas y un único dios que diría el desaparecido Benegas), cualquiera de ellos, tiene derecho a defender a Leopoldo López, golpista e instigador de las guarimbas que en febrero de 2014 acabaron con las vidas de 44 venezolanos. Ningún familiar de estos últimos, alguno de ellos decapitados por cuerdas cuando circulaban en sus motos, ha tenido el privilegio de ser recibido por los gerifaltes políticos hispanos. ¿Para cuándo la visita a la Moncloa y a Ferraz de los familiares de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, de cuya desaparición se cumplirá un año el próximo 26 de septiembre?
Insisto, puede defender a quién le apetezca. Pero ciertas comparaciones son mentirosas y, en mayor medida, profundamente inmorales.
El socialista Salvador Allende entregó el poder el 11 de septiembre de 1973 en una magnífica ceremonia "democrática" que consistió en morir cercado por tanques y bombardeado el Palacio de la Moneda por la fuerza aérea del ejército, terrorista de facto, de Chile. Unos días más tarde, un tipo sumamente peligroso llamado Víctor Jara, empuñador de guitarras y autor de una hermosa canción de amor que nos recordaba la sonrisa ancha de Amanda, tras ver machacadas sus manos, fue asesinado en el estadio nacional de Santiago. Y así, murieron o sufrieron cárcel y tortura muchos miles más. Por supuesto, al igual que en la Venezuela de Chávez-Maduro, en los 17 años que duró la presidencia militar de Pinochet se celebraron 18 procesos electorales a los que hubo libre concurrencia por parte de las fuerzas opositoras.
En España, hoy, en este día, en esta hora y este minuto en que tecleo, para vergüenza y oprobio de este estado, siguen enterrados en fosas comunes o, aún más indignante en el panteón fascista del Valle de los Caídos, decenas de miles de víctimas de la dictadura fascista y terrorista de Franco. Otro individuo que accedió al poder encabezando un golpe de estado, una acción, que tenía en palabras de su director, el general Mola, que ser "en extremo violenta". El próximo 27 de septiembre se cumple el 40 aniversario de los últimos fusilamientos de una dictadura cuyo fundador murió matando. El Tribunal de Orden Público emanó, aunque actuara de 1963 a 1977, de esa acción bárbara, de ese régimen parido, en sus propias palabras, con vocación de terror. La legalidad que defendía ese tribunal era, en su origen, ilegítima. Por supuesto, al igual que en la Venezuela de Chávez-Maduro, en los cerca de 40 años que duró el caudillaje de Franco en el Reino de España, se celebraron 18 procesos electorales con libre concurrencia de las fuerzas opositoras. Si el PSOE no compareció, tal vez fue por despiste o por los famosos 40 años de vacaciones. Los comunistas, y otras gentes de la siniestra, siempre presentaban, entre fusilamiento y fusilamiento, o desde la cárcel, sus candidaturas.
Comprueben en el siguiente vídeo la altura, la serenidad moral de Allende, su visión clara de lo que sucedía cuando se le venía encima el fin. Era un defensor del socialismo, un hombre que hoy es reivindicado como un precursor en Venezuela. Cualquier parecido con un jarrón chino es pura coincidencia.


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